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Cuando la pandemia empezó, mucho se hablaba de las mascarillas y su efecto estético, las marcas de la cara, el grosor, la tela, las quirúrgicas con/sin filtro y un largo etc. Luego han evolucionado hasta en estilo. Todos los precios, todos los gustos.

Pero poco se habla de los efectos en la salud que están ocasionando. Y, sobre todo, poco se habla de los efectos que producen en los niños de 0 a 6 años. Si, hasta los 5-6 años no son obligadas, pero no hablo de los efectos por llevarlas puestas. Si no de los efectos como usuarios pasivos de las mascarillas.

Estamos viendo en terapia, cada vez más casos de familias que vienen preocupadas por el retraso del lenguaje de sus hijos.

Se trata de niños que están en edad de adquirir vocabulario y de articular correctamente siguiendo unos patrones de imitación orofacial. Con la mascarilla eso se pierde por completo. Pasan la mayor parte del día en escuelas infantiles y colegios, con su persona de referencia con la boca tapada. Esto está provocando que hablen más tarde, que tengas más problemas de articulación, más errores fonológicos y un vocabulario más pobre. Por no hablar de los efectos en los niños con pérdidas auditivas o necesidades educativas especiales que requieren más atención y más estimulación del lenguaje. En ocasiones no saben si se dirigen a ellos o de dónde les llega el sonido.

Podríamos hablar también de los efectos que produce ir todo el día respirando por la boca, pero lo voy a dejar para otra entrada en el blog porque este tema ya no sólo afecta a menores. Ahí entramos todos.

¿Quiere decir eso que no vayan a hablar correctamente nunca?
Rotundamente no. Quiere decir que lo están haciendo más tarde y peor. Quiere decir que los prerrequisitos del lenguaje llegan más tarde, el vocabulario es más pobre y los errores de articulación muy frecuentes. No podemos olvidarnos que esto puede provocar problemas con la lecto-escritura si no se corrige a tiempo (entre otras cosas).

También nos llegan familias de niños que acuden a escuelas infantiles en las que las/os profesoras/es se quitan la mascarilla por voluntad propia o porque la escuela les permite hacer lo que ellas/os consideren oportuno. (Esto no es lo habitual. Normalmente el miedo a contagiarse de COVID es mucho mayor que las necesidades de las/os niñas/os).

Hay familias que llegan indignadas porque están luchando para que en los ciclos de infantil se les obligue a las/os profesoras/es a quitarse la mascarilla por el bien del lenguaje de sus hijos, y nos piden informes que lo avalen.

De todo hay. De todo vemos. Pero lo único que podemos hacer es ayudaros a compensar como centros externos, lo que se está perdiendo en las aulas.

Como profesional de la logopedia hace más de 14 años, lo que tengo claro es que sí. Sí está perjudicando a la hora de adquirir lenguaje en todas sus formas. Un lenguaje correcto y a la edad que les corresponde. Con dos años deberían decir aprox. 50 palabras y este número cada vez es más bajo.

Es cierto que cada niño lleva un ritmo de adquisición del lenguaje, que hay niños que hablan más tarde y no tienen ningún problema y ese largo etc. que escuchamos tantísimo y tiene mucha letra pequeña. Pero existen unos varemos y unos números de referencia con los que los profesionales del lenguaje y la comunicación trabajamos y que ahora mismo están muy lejos de la realidad para muchos niños/as.

Aquí es donde la Atención Temprana tiene más cabida que nunca.

Hay que estimular, provocar y jugar con el lenguaje y la articulación todo lo que se pueda para intentar compensar todo el tiempo que pasan con personas que sólo se comunican a través de una boca tapada y una mirada que intenta dar toda la expresión que cabe en ese espacio que no tapa la mascarilla, pero que aún así son eso: bocas tapadas.

Hay que consultar con logopedas y expertos en Atención Temprana y comunicación cuando tengamos la más mínima duda de que algo no está marchando de todo bien en la comunicación de los más peques.
Para eso estamos y a eso nos debemos: a la comunicación en todos los ámbitos y a las familias. A acompañar, asesora y dar terapia.

Podría disertar sobre este tema durante horas, pero lo mejor es que hablemos en persona. Hasta entonces un mini consejo para profesoras y profesores: mascarillas transparentes. Las hay, hay quien las gasta y funcionan.

Centro Latyr Logopedia

Somos un centro dedicado a la logopedia, Atención Temprana y rehabilitación, que da respuesta a los trastornos y dificultades de la comunicación, lenguaje, aprendizaje y daño cerebral sobrevenido, que conciernen a la logopedia y la pedagogía terapéutica.

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